Estados Unidos aumenta en 250% el valor de visa para cantantes y músicos extranjeros

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha implementado un aumento del 250% en las tarifas de visas para músicos extranjeros que desean realizar giras en el país. 

Antes de esta fecha, el costo por solicitud era de 460 dólares; sin embargo, ahora, una banda de rock estándar de cuatro miembros deberá desembolsar aproximadamente 6.460 dólares, en comparación con los 1.840 dólares anteriores. Además, si requieren un procesamiento acelerado, el costo adicional es de 2.805 dólares por solicitud.

Esta medida ha suscitado preocupación entre artistas, grupos de defensa y abogados de inmigración debido a su potencial impacto devastador sobre el talento emergente y las economías musicales locales en Estados Unidos. 

Jen Jacobsen, directora ejecutiva de The Artist Rights Alliance, advierte sobre las severas consecuencias para los músicos cuyas solicitudes no sean aceptadas, incluyendo las pérdidas financieras de giras canceladas y oportunidades de carrera significativas.

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El requisito de autorización de trabajo para todos los músicos internacionales que desean presentarse en Estados Unidos posee pocas excepciones, como las “exhibiciones” en eventos como South by Southwest, donde los artistas actúan sin paga solo para ganar exposición. En contraste, los músicos estadounidenses enfrentan menos obstáculos para presentarse en el extranjero.

Gareth Paisey, líder del grupo galés Los Campesinos!, comenta sobre la complejidad del proceso de solicitud, que incluye proporcionar un itinerario anual y evidencia de su trayectoria profesional. A raíz del Brexit, las giras por Europa para artistas del Reino Unido se han complicado, pero el proceso estadounidense es aún más arduo.

El aumento de tarifas impacta especialmente a las bandas indie y a músicos de géneros menos comerciales, como el jazz japonés. Los grandes nombres de la industria, como Dua Lipa y los Rolling Stones, pueden absorber fácilmente estos costos adicionales, pero para los músicos independientes, cada centavo cuenta.

Este cambio no solo afecta a los músicos, sino también a toda una cadena de empleos relacionados, desde choferes hasta gerentes de giras, y tiene el potencial de disminuir el número y la frecuencia de actos internacionales en Estados Unidos. Además, podría provocar un aumento en los precios de las entradas y una reducción en el tamaño de los festivales que dependen del talento internacional.

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