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No solo es Barranquilla y El Alto: otros lugares del mundo donde el clima está afectando las eliminatorias
El debate traspasa Suramérica y llega a otras confederaciones de fútbol. Decisiones de FIFA.
El fútbol, considerado uno de los deportes más populares a nivel mundial, presenta retos que van más allá de las capacidades técnicas y tácticas de los jugadores.
Elementos como la altura, el clima y las condiciones geográficas específicas de cada región pueden convertirse en factores determinantes para el desempeño de los equipos, alterando significativamente los resultados en distintas competencias internacionales.
Un análisis de recientes encuentros de selecciones nacionales en América Latina y Norteamérica pone de manifiesto cómo la geografía puede jugar un papel central en el desarrollo de los partidos, así lo reportó la reconocida revista Newsweek.
El caso de México: la altitud como aliado
El pasado 19 de noviembre, la Selección Nacional de México logró una contundente victoria de 4-0 contra Honduras en Toluca, luego de haber caído 2-0 en San Pedro Sula días antes.
Este contraste de resultados no puede explicarse únicamente por el desempeño de los jugadores o las estrategias implementadas por Javier Aguirre, el entrenador del equipo mexicano.
Es crucial considerar las diferencias entre ambas sedes: mientras San Pedro Sula se encuentra a 83 metros sobre el nivel del mar,
Toluca está situada a una altitud de 2,660 metros. Este cambio radical en las condiciones de juego impactó significativamente el rendimiento físico de los jugadores hondureños.
El estadio Nemesio Diez, conocido por ser la casa del equipo Deportivo Toluca, ha sido un escenario destacado por su altitud.
Durante años, la FIFA mantuvo restricciones sobre estadios ubicados a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, limitación que afectó a este recinto hasta que en 2008 se derogó dicha medida.
Desde entonces, esta localización se ha convertido en un terreno favorable para México, especialmente frente a selecciones acostumbradas a jugar a nivel del mar.
El Altiplano boliviano: un desafío único en Sudamérica
En Sudamérica, el Altiplano boliviano se alza como uno de los entornos más inhóspitos para los equipos visitantes. La Paz, con su estadio Hernando Siles a 3.600 metros sobre el nivel del mar, es reconocida como una trampa deportiva para selecciones de gran renombre,
Así como El Alto cuyo estadio supera los 4.000 metros, y donde se juega la actual eliminatoria.
Aunque Bolivia no cuenta con un historial destacado en competencias internacionales, su localía ha sido clave para obtener resultados sorprendentes, como las victorias ante Brasil en eliminatorias mundialistas de 1993, 2001 y 2009.
El impacto de la altitud no se limita al fútbol internacional. Clubes sudamericanos, como el Flamengo brasileño, han denunciado las dificultades físicas que enfrentan sus jugadores al competir en estadios situados a grandes alturas.
En 2007, el presidente boliviano Evo Morales y figuras del fútbol como Diego Maradona criticaron públicamente las restricciones impuestas por la FIFA, logrando que estas fueran finalmente levantadas.
Actualmente, Bolivia mantiene un invicto como local en las eliminatorias rumbo al Mundial 2026, lo que refuerza su ventaja geográfica en el ámbito deportivo, aunque empató 2-2 con Paraguay en intenso partido y por poco pierde en la jugada final, su estrategia para clasificar al mundial es la altura.
Canadá y su fortaleza invernal
En contraste con la altitud, el clima extremo es un recurso estratégico para la selección de Canadá. Aunque históricamente su desempeño en el fútbol ha sido modesto, en los últimos años ha encontrado en las bajas temperaturas un aliado clave para enfrentar a sus rivales.
Durante las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, Canadá eligió el Estadio de la Mancomunidad en Edmonton como sede, donde las condiciones climáticas en noviembre de 2021 incluían temperaturas de -9 °C, nieve y una sensación térmica de -16 °C.
Este entorno resultó impenetrable para las selecciones visitantes, destacándose como un factor decisivo en los resultados favorables para los canadienses.
A pesar de las críticas, el reglamento de la International Football Association Board (IFAB) permite que los partidos se disputen mientras el balón pueda rodar normalmente, sin importar las temperaturas extremas. Esto asegura que el clima siga siendo un recurso válido para países acostumbrados a condiciones invernales severas.
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Barranquilla fortín de Colombia
Aunque la selección cafetera perdió su invicto de local ante Ecuador, tiene una ventaja competitiva por el calor y la humedad.
Sus temperaturas pueden llegar a 40 grados, la humedad cocina las piernas de los futbolistas y el horario de los partidos a las 3y30pm en un inclemente sol, disminuyen a los futbolistas. Incluso los árbitros autorizan espacios de hidratación adicionales en los dos tiempos del partido.
Lionel Escaloni, seleccionador campeón de Argentina, ha expresado su molestia por jugar en ese clima, en condiciones que considera inhumanas.
Incluso en el discurso de los 100 años de la Federación Colombiana de Fútbol, celebrados el 21 de septiembre, con presencia del presidente de la FIFA Gianni Infantino, en su discurso el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Ramón Jesurún señaló: “En esta parte del mundo, en donde el balompié se vive al extremo, donde no hay grises, donde no hay matices, donde no existen los términos medios. En donde la geografía de nuestro continente es desafiante…
Desde El Alto en Bolivia, a 4.150 metros sobre el nivel del mar, donde solo los grandes futbolistas de este continente se convierten en superhombres que desafían todo; desde la altura, desde esa altura hasta mi amada Barranquilla a 37 grados de temperatura en donde la sensación térmica, a veces es inclemente”…
Estados Unidos: la demografía como estrategia
Estados Unidos, cuya liga de fútbol ha experimentado un crecimiento acelerado en las últimas dos décadas, ha encontrado en la demografía una herramienta para enfrentar a sus rivales.
Ante la numerosa presencia de aficionados mexicanos en ciudades como Los Ángeles, Houston o Chicago, la selección estadounidense ha optado por disputar partidos en localidades con baja población hispana, como Cincinnati y Columbus, ambas en el estado de Ohio.
Esta estrategia busca garantizar una ventaja psicológica y ambiental para los jugadores locales, reduciendo el apoyo hacia el equipo visitante. Durante las eliminatorias mundialistas de noviembre de 2021, Estados Unidos aprovechó este contexto para derrotar a México en un ambiente claramente favorable, reforzando su posición como una potencia emergente en la región.
Conclusión: el juego más allá de la cancha
El fútbol no se define únicamente por lo que ocurre en el terreno de juego. Factores externos como la altitud, el clima y la ubicación geográfica pueden influir profundamente en el rendimiento de los equipos.
Desde la altitud de La Paz y Toluca hasta las bajas temperaturas de Edmonton y las estrategias demográficas de Estados Unidos, el entorno sigue siendo un jugador adicional en cada partido. Comprender estas dinámicas permite apreciar cómo el fútbol trasciende las habilidades individuales y tácticas, convirtiéndose en un verdadero desafío físico y mental para quienes compiten en distintas latitudes.
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