Develan nuevos líos de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol

Una nueva controversia ha envuelto al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. El foco se centró inicialmente en un beso no solicitado a Jenni Hermoso, la estrella del equipo nacional femenino, durante la celebración de la Copa del Mundo Femenina. Sin embargo, el escándalo ha crecido exponencialmente, destapando problemas más profundos.

El primer reclamo contra Rubiales no vino de Hermoso, sino de un espectador, Miguel Ángel Galán, director del Centro Nacional de Entrenamiento de Directivos de Fútbol. 

Galán rápidamente denunció el comportamiento de Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes, CSD, como "machista e intolerable", subrayando la corrupción y sexismo existente en la federación.

Hasta la fecha, se han presentado 16 denuncias contra Rubiales ante el CSD, abordando acusaciones desde agresión sexual hasta abuso de poder. Galán, siendo un crítico vocal de Rubiales, ha destacado la necesidad de elecciones limpias en la federación, donde las mujeres también estén representadas.

Las reacciones al incidente han sido contundentes. La selección femenina se ha negado a jugar hasta que Rubiales sea destituido. Además, Hermoso declaró sentirse "vulnerable" y describió el acto como "impulsivo, sexista y fuera de lugar".

Rubiales, intentando controlar la situación, publicó un video disculpándose, aunque sin mucho entusiasmo. Sin embargo, en una posterior reunión de la RFEF, se mantuvo firme en su posición, sugiriendo que ha sido tratado injustamente.

El escándalo no se limita al beso. Juan Rubiales, tío y ex jefe de gabinete del presidente, reveló en una entrevista a El Mundo presuntos abusos financieros por parte de su sobrino, incluyendo el uso indebido de fondos de la RFEF y comisiones de funcionarios saudíes.

La fiscalía española ya investigaba a Rubiales por tráfico de influencias y soborno desde el verano pasado, y ha sido suspendido provisionalmente por la FIFA.

Beatriz Álvarez, presidenta de La Liga F, sugiere que el problema es más grande que un solo hombre. Según ella, la RFEF ha gobernado las fortunas del fútbol nacional durante mucho tiempo, pero el ascenso del fútbol femenino ha destacado los problemas estructurales. "No se soluciona con la dimisión de Luis Rubiales", señala Álvarez, "hay que cambiar todo el modelo".

Álvarez, que ha tenido desencuentros personales con Rubiales en el pasado, cree que este último escándalo simplemente expone su verdadera naturaleza. Ella insinúa que, mientras Rubiales ha ignorado el fútbol femenino durante su carrera, puede ser este mismo deporte el que termine por derrocarlo.

Hasta el momento, ni Luis Rubiales ni la RFEF han respondido a las recientes acusaciones. La situación sigue desarrollándose, con la comunidad futbolística y el público en general esperando ver cómo se resuelve.

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