En la carta, de tres páginas y nueve puntos, Romaña dice que “estaba en demora de escribirles este mensaje que quería hacer hace rato, por un lado para saludarlos, pero también para aterrizar en unos punticos que creo es necesario que los dejemos claros. Un poco en desorden y sin rencores no con el afán de que se aparezcan y se agranden más los problemas entre nosotros que nunca pensé que se iban a presentar”.
En el primer punto, Romaña les dice que siempre cumplió todas las órdenes “sin cuestionar ninguna decisión”, y que no existe una grabación en la que él se haya referido en malos términos a alguno de los mandos de las Farc y que lo que era secreto, “como secreto se ha quedado y lo que hice siempre fue en cumplimiento de las órdenes”.
En el segundo se pregunta por qué sus excompañeros se han dedicado a desacreditarlo junto a otros ex-Farc y lo tildan de narcotraficante.
“No entiendo por qué entonces ahora, y y ya desde hace algún tiempito ustedes se han puesto a denigrar de mí y de otros compañeros, escuchado por mí mismo, por ejemplo donde Carlos Antonio me trata de latifundista y sin ideales revolucionarios y hasta ahora nos han tildado de narcotraficantes desconociéndonos la trayectoria que tenemos, porque es que hasta se ha dicho que desde antes de la firma del acuerdo éramos unos delincuentes”.
Con información de Semana.